En el mirador

En la ultima actividad de Alianza, el Señor me dio dos lección muy hermosas. Primero, la necesidad que tiene el mundo por ser guiados hacia El. La segunda, que en la unidad encontramos la verdadera vida de la Iglesia. Durante la actividad tuvimos un pequeño refrigerio, en el que conocimos nuevos amigos (como Marú y el hermano de la foto). Al final, aunque no lo teníamos planeado, fue muy padre cenar juntos después de la actividad en el café del mirador. Creo que nunca había tenido la oportunidad de compartir una noche así con los intermedios, pero la pasamos muy bien y creo que es buena idea que se repita.